Cálculo de lente intraocular en cirugía de cataratas.

El cálculo de lente intraocular es uno de los pasos más importantes antes de una cirugía de cataratas. A diferencia de unas gafas —con las que podemos probar distintas lentes hasta encontrar la que proporciona mejor visión—, la lente intraocular se coloca dentro del ojo, sustituyendo al cristalino natural, y debe quedar bien a la primera: no hay margen para ensayos. Por eso, su potencia debe determinarse con la máxima precisión.

No es como graduar unas gafas

Cuando un paciente se gradúa para gafas, se mide cuánta potencia óptica necesita añadir para enfocar correctamente en la retina, manteniendo su propio cristalino en su lugar. En la cirugía de cataratas, en cambio, ese cristalino opaco —que tenía una potencia óptica aproximada de 20 a 25 dioptrías, aunque no puede medirse con exactitud— se retira y se sustituye por una lente artificial.

No se trata de “sumar” una lente más, sino de reemplazar una parte del sistema óptico del ojo por otra que devuelva el enfoque exacto sobre la retina. Por eso, el cálculo no es una corrección, sino una predicción: estimar, mediante fórmulas y parámetros del propio ojo, cuál será la potencia de lente intraocular que mejor enfoque la imagen tras la operación.

Parámetros que influyen en el cálculo de la lente intraocular

Para determinar la lente ideal, se utilizan fórmulas matemáticas complejas que integran datos anatómicos y ópticos del ojo. Entre los más relevantes:

  • Longitud axial del ojo (distancia entre córnea y retina).
  • Curvatura corneal, que aporta gran parte del poder óptico del ojo.
  • Profundidad de la cámara anterior, donde se ubicará la lente.
  • Espesor del cristalino y diámetro corneal, que afectan la posición final de la lente.

Estas mediciones se realizan mediante biometría óptica y topografía corneal, con equipos de alta precisión que analizan el ojo con luz infrarroja, láser y tecnología Scheimpflug.

Fórmulas y nuevas tecnologías

El cálculo de la lente intraocular ha evolucionado enormemente. Hoy se utilizan fórmulas de cuarta y quinta generación, y algunas integran inteligencia artificial para ajustar los resultados a miles de ojos previamente operados, considerando también variables como la edad o el sexo. Cada fórmula tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. El objetivo: mejorar la predicción del resultado refractivo, especialmente en casos complejos como miopías altas, hipermetropías o cirugías previas con láser.

Precisión y margen de error en el cálculo de lente intraocular

Incluso con la mejor tecnología, existe un margen de variación natural. El mismo equipo, medido en días diferentes, puede ofrecer estimaciones muy parecidas pero no idénticas, y lo mismo ocurre entre aparatos de distintos fabricantes.

Además, las lentes intraoculares se fabrican en saltos de 0,50 D (por ejemplo, +21,0; +21,5; +22,0). Si el cálculo sugiere que la lente ideal sería +21,75 D, el cirujano debe escoger entre dos opciones, y suele preferir la que deja una ligera miopía residual, porque ofrece mejor visión funcional a corta distancia y es más fácil de ajustar con láser si fuera necesario.

También hay que tener en cuenta que cada lente presenta una tolerancia de fabricación. En la edición anterior de la norma ISO 11979-2 (2014) se permitía una variación aproximada de ±0,30 D hasta 15 D, ±0,40 D entre 15–25 D y ±0,50 D por encima de 25 D. La versión más reciente (ISO 11979-2:2024) se publicó en octubre de 2024 y puede incluir ajustes en esos valores. En la práctica, una lente marcada como +22 D podría tener una potencia real cercana, por ejemplo, a +21,6–+22,4 D, dentro de los márgenes de calidad establecidos.

Resultados y ajustes en el cálculo de lente intraocular

Por todos estos motivos, incluso en las mejores condiciones —con mediciones precisas y fórmulas avanzadas—, alrededor del 90 % de los pacientes quedan dentro de ±0,5 dioptrías del resultado previsto.
Si después de la cirugía persiste una pequeña graduación residual, puede corregirse con láser, un procedimiento rápido y seguro. Lo ideal es hacerlo en un centro con esta tecnología y, preferiblemente, que sea el mismo cirujano quien valore y realice el retoque, ya que conoce los detalles del cálculo original y las características anatómicas del ojo intervenido.

La experiencia del cirujano

Cada ojo es único. Por eso, la interpretación de las mediciones y la elección final de la lente requieren experiencia, y son parte fundamental del proceso quirúrgico. Un cirujano que compara y utiliza distintas fórmulas y tecnologías puede personalizar el cálculo de lente intraocular, anticipar posibles desviaciones y ofrecer el resultado visual más estable.

En resumen: la importancia del cálculo de lente intraocular

El cálculo de lente intraocular combina ciencia, tecnología y experiencia acumulada. Yo mismo realizo el cálculo de cada lente y dedico un tiempo a reflexionar cuál será la opción más equilibrada para cada paciente. No es solo una fórmula: es una decisión que influye en cómo verá el paciente el mundo durante muchos años.

➜ Más información sobre cirugías y tratamientos en esta web.
➜ Recurso divulgativo para pacientes: Clínica Mayo: salud ocular.
➜ Ejemplo de cálculo (ESCRS IOL Calculator): iolcalculator.escrs.org.

Ejemplo práctico

Ejemplo de un cálculo de lente intraocular con hasta seis fórmulas distintas para un ojo derecho usando el calculador de la ESCRS:
aunque los resultados son muy próximos entre sí, no son idénticos y ninguno coincide exactamente con 0. En este caso, la lente ideal varía
entre +27,0 y +27,5 dioptrías según la fórmula empleada.

calculo de lente intraocular